¡DEMOCRACIA!

Hace unos 38 años en España había una dictadura, reconocida como tal.

Al morir el dictador, parte de la ciudadanía salió a la calle con una demanda: ¡DEMOCRACIA!

Sirviera o no sirviera de algo esa movilización ciudadana, el caso es que los que mandaban nos obsequiaron con un régimen político al que calificaron de democrático.

Años después, ya hemos constatado que no era cierto.

Pero los ciudadanos necesitamos una democracia, es decir, Poder para el pueblo, Poder para resolver la situación que nos está tocando vivir, una situación que no van a resolver los partidos y politicos profesionales que proporciona el propio régimen político que tenemos, los cuales, al ser los creadores de los problemas, lógicamente, no van a solucionarlos.

Los problemas los tenemos que solucionar nosotros, los ciudadanos. Directamente, o indirectamente, a través de la multitud de organizaciones y asociaciones que se han creado, y que se crearán; no de los que ocupan los parlamentos, que desde luego NO NOS REPRESENTAN.

Y para ello necesitamos democracia.

Y si queremos esa democracia, toca intentarlo de nuevo. Toca volver a salir a la calle a exigir DEMOCRACIA. Toca manifestarse, protestar, acampar, hacer huelgas... toca hacer todas esas cosas que hay que hacer en regímenes no democráticos para intentar conseguir democracia. Si se quiere una democracia participativa, hay que querer participar, comprometerse e involucrarse. Hay que ponerse el mono de trabajo.

Sin embargo, hoy existe una dificultad añadida: que supuestamente ya hay democracia, ratificada en unas supuestas elecciones democráticas por cerca de 25 millones de españoles que votan a los partidos en esas elecciones, y por cerca de 10 millones de abstencionistas que, en las urnas, no dicen nada al respecto.

Tan sólo 750.000 ciudadanos denunciaron las pasadas generales, con su voto en blanco, nulo o a Escaños en blanco, que, al menos para ellos, en ese momento, no había democracia.

Pero eso no es suficiente, no lo es para justificar unas acciones y demandas de la ciudadanía que no tendrían sentido en un régimen democrático.

Si la denuncia de ausencia de democracia, en el propio proceso electoral que presuntamente la permite, no es mucho más clara, mucho más numerosa, la movilización ciudadana no tendrá suficiente legitimación, y con ello fuerza, para arrebatar algo de poder a los que hoy tienen secuestrada la democracia en nuestro país, y tal vez, en el mundo entero.

Esa denuncia durante el proceso electoral es fundamental para respaldar la acción ciudadana en la calle, en el día a día. Ayúdanos a difundir la necesidad de ese voto en blanco computable en forma de escaños vacíos, posible a día de hoy gracias a la existencia de Escaños en Blanco, una herramienta que podría contribuir fortalecer en gran medida la lucha diaria ciudadana a favor de la democracia en nuestro país.

Ayúdanos a conseguir ese voto en blanco computable, una herramienta que podría contribuir fortalecer en gran medida la lucha diaria ciudadana a favor de la democracia en nuestro país.

Movimiento Ciudadano por el Voto en Blanco Computable

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