- Voto en blanco computable = Vaciar escaños -
Rotación de cargos y de cabezas de lista
La rotación de responsabilidades y cargos es esencial en el funcionamiento democrático, tanto para compartir solidariamente tareas de responsabilidad como para evitar los protagonismos personales y la tentación del uso de los cargos en beneficio personal que conlleva una larga permanencia en los mismos.
Además, esta medida serviría para:
- Poner los máximos obstáculos a personas que puedan pretender infiltrarse en el partido para utilizarlo como plataforma personal de lanzamiento político: al limitar su potencial influencia y protagonismo, las oportunidades de sacar provecho personal se reducen considerablemente.
Y por tanto, servirá para generar la máxima confianza y credibilidad posible sobre las intenciones de las personas que ostentan responsabilidades o cargos en el partido o lo van a hacer en el futuro.
- A largo plazo, generar una confianza interna enorme al quedar en el proyecto veteranos comprometidos trabajando de forma probadamente altruista, ya que, habiendo ostentado ya responsabilidades, no podrían repetir de nuevo y con ello aspirar, en el futuro, a provecho personal alguno.
- Convertir el partido en la hidra de las 1000 cabezas, donde “si cortas una salen dos”, con una continua renovación de las cabezas visibles, lo cual brindaría una gran inmunidad ante cualquier intento externo de corromper a personas concretas del partido.
- Y como ventaja menor, pero también importante, la rotación anual permitiría a personas que no hayan desarrollado su trabajo demasiado bien o que hayan creado conflictos o malos rollos internos, abandonar su cargo de forma rutinaria, evitando polémicas adicionales que causen más enfrentamientos de los necesarios dentro del colectivo.
La permanencia máxima en responsabilidades y cargos debería ser limitada al plazo más breve posible que permitan las circunstancias organizativas y el número de afiliados disponibles.
Candidaturas electorales
En cuanto a las candidaturas, simplemente habría que seguir la norma de que la persona que ha encabezado ya una lista electoral no vuelva a hacerlo de nuevo. Como mínimo, sería importante respetar esta norma en el mismo ámbito electoral (municipales, autonómicas, generales, europeas).
Eso reduciría el riesgo de que se adhirieran al proyecto personas con la intención de llegar a ser cabezas de lista, “pillar escaño”, y luego… ocuparlo. Si sólo tienen una oportunidad, es menos probable que lo intenten.