- Voto en blanco computable = Vaciar escaños -
El voto en blanco en la actual Ley Electoral
Según la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, en su artículo 96, punto 5:2 "Se considera voto en blanco, pero válido, el sobre que no contenga papeleta y, además, en las elecciones para el Senado, las papeletas que no contengan indicación a favor de ninguno de los candidatos".
Pero entonces, ¿el voto en blanco no computa ya?
No. El voto en blanco, pese a ser un voto considerado válido en la LOREG, no se computa de la misma manera que el resto de los votos válidos, es decir, no es tratado en igualdad al voto de las candidaturas electorales.
¿En qué consiste por tanto la presunta "validez" del voto en blanco?
Cuando las mesas electorales establecen el número de votos totales, se contabilizan los votos en blanco y los nulos. Después se suman todos los votos de la circunscripción y, a la hora de repartir los escaños, las formaciones políticas han de superar un porcentaje mínimo de votos válidos (= candidaturas + blancos).
Tras esta restricción se quitan los votos en blanco y se procede al reparto de escaños a las candidaturas conforme al sistema D'Hondt.
Ahí está el truco. El voto en blanco es válido hasta la hora de repartirse el pastel, donde ya no computa.
¿No te ha quedado claro? Lee más información.
La herramienta: Voto en Blanco Computable en escaños vacíos
¿Por qué hace falta específicamente un voto en blanco computable en escaños vacíos?
Porque los mecanismos actuales para reflejar esa oposición de los ciudadanos en las urnas, el voto en blanco, el voto nulo y la abstención, han demostrado ser ineficaces a la hora de cumplir con esa misión, en parte, por no tener repercusión alguna a la hora de repartir los escaños.
¿Y por qué va a ser eficaz el VBC donde ha fallado el voto en blanco, el voto nulo o la abstención?
El hecho de computar en escaños vacíos permite que el VBC tenga un cierto valor, menor que la representatividad que puede suponer el escaño ocupado por una persona, pero superior a la actual y nula repercusión del voto en blanco, el voto nulo o la abstención.
Además, el VBC abre la posibilidad de impedir que políticos profesionales usurpen el escaño de ciudadanos a los que no representan, como ocurre en la actualidad con los abstencionistas activos o las personas que votan blanco, nulo o a partidos sin representación.
Esos dos factores pueden suponer un incentivo para intentar aunar todas las voces contestatarias en una misma acción electoral y hacer tal vez realidad el dicho de que “la unión hace la fuerza”.
Sin embargo la eficacia del VBC no se puede garantizar. El VBC sería una herramienta más al servicio de la ciudadanía, y en consecuencia su aprovechamiento dependería en gran medida de las acciones de los propios ciudadanos.
¿Por qué el VBC y no el voto nulo o la abstención computables en igualdad de condiciones a las candidaturas?
Hace falta un tipo de acción que exprese inequívocamente esa oposición de los ciudadanos en las urnas. La abstención no la expresa, ya que también es opción de personas pasivas que no tienen intención de oponerse a nada, y el voto nulo es una figura que se utiliza para los votos erróneos.
El voto en blanco es la acción que en teoría corresponde al ciudadano que quiere mostrar su oposición en las urnas.
En cualquier caso, si se quiere mantener el voto en blanco tal y como está ahora, serviría igual crear un voto específico, diferente, que computara en escaños vacíos.
Estrategias y razón de ser del MCxVBC
¿Por qué un movimiento ciudadano?
Si nos estamos planteando cambiar el Sistema, hay que empezar por practicar una forma diferente de vivir, de pensar, de relacionarnos, de trabajar.
Un movimiento ciudadano es un elemento vertebrador de la sociedad, creador de conciencia social y política, y configurador de contextos en los que aprender a pensar y a vivir de manera diferente. Lo cual consideramos que no pueden cumplir las formas legales que nuestro actual Sistema ofrece a los ciudadanos, esto es, las asociaciones y, mucho menos, los partidos políticos.
Pese a ello, por imposición legal, nos hemos visto y nos veremos obligados a utilizar asociaciones o partidos para trabajar por nuestro objetivo.
¿Qué vamos a hacer para intentar alcanzar nuestro objetivo?
El MCxVBC organizará campañas y otras acciones que crea oportunas y convenientes dentro de nuestras posibilidades para concienciar a la ciudadanía en la importancia de su regulación y presionar a los Diputados y Senadores en ejercicio para que lleven a cabo la tramitación y aprobación de la ley solicitada.
Asimismo, en orden a forzar la promulgación de la ley, informará y alentará a los ciudadanos sobre la posibilidad de concurrir a las elecciones utilizando, bien agrupaciones de electores, bien algún partido político instrumental, para emular hasta que llegue, sin esperar al cambio de la Ley Electoral, un voto que haga las funciones del VBC.
¿Por qué elegir estas herramientas también para el impulso del VBC?
Creemos que la legislación del VBC será tan beneficiosa para la ciudadanía y como resorte hacia una Democracia más completa, que costará mucho que sea una realidad. Conocemos su importancia y perfil de herramienta como impulsora de cambios político-económico-sociales, algo que confronta de lleno con los que les interesa este tipo de Timocracias para seguir controlando recursos económicos, naturales y humanos. El reflejo del VBC en los parlamentos creemos que potenciaría la consecución de nuestro objetivo.
Por otro lado, nosotros somos personas de a pie y, desgraciadamente, nuestro colectivo no es muy numeroso y contamos con parte de una sociedad todavía adormecida a la que nos gustaría estimular con el VBC. Focalizar energías en la concienciación sobre la importancia del VBC en campañas electorales hace que nuestra tarea sea más eficiente acorde con nuestras minúsculas posibilidades y vidas personales.
¿Qué le pedimos a esas agrupaciones de electores o partidos políticos instrumentales?
- Tomar como punto único de su programa electoral la defensa del Voto en Blanco Computable y la promulgación de la ley correspondiente.
- Comprometerse a dejar vacío el escaño o escaños que pudieran corresponderles no tomando posesión del escaño conseguido.
- No lucrarse en absoluto por la consecución del escaño.
- Compromiso de disolverse en cuanto la ley sea promulgada.
Aparte de esas condiciones específicas, los partidos o asociaciones que intenten emular el VBC en un proceso electoral, deberán ser absolutamente democráticos en su funcionamiento y se distinguirán de los demás partidos al uso por su abertura a la ciudadanía que propugne el voto en blanco computable, dándole acceso, hasta el máximo que sea posible, a participar en sus deliberaciones y toma de acuerdos, evidenciando así la primacía de la ciudadanía y la sociedad a la que se trata de servir y no de dominar; es decir, de forma práctica, eficiente y visible debe situarse por encima de todo interés partidario.
O lo que es lo mismo, les pedimos ser una “herramienta” al SERVICIO de la ciudadanía, al contrario del funcionamiento habitual de los partidos al uso, para quienes la “herramientas” son los ciudadan@s, a quienes UTILIZA para alcanzar sus fines.
Los medios, son los fines.
¿Por qué el partido debe funcionar de forma democrática?
Todo medio utilizado lleva en sí el germen de lo que será el fin u objetivo a conseguir, de modo que nunca con un medio no democrático, estamos convencidos, puede obtenerse un resultado democrático.
¿Por qué preferimos un "no-partido" a un partido al uso?
Es la opción más coherente con nuestro propósito de ser y actuar como un movimiento ciudadano. Siempre hemos considerado que la mejor forma de implementar un VBC con un partido es haciendo que este actúe única y exclusivamente como una herramienta, algo que se saca del cajón para el proceso electoral, se utiliza para dejar los escaños vacíos, y después, se guarda. Es decir, erradicando del mismo todo funcionamiento partidista equiparable al del resto de los partidos políticos (“aparato”, jerarquías, disciplina de partido, opacidad…), reduciendo así el riesgo de que el partido acabe por autojustificarse en sí mismo, caiga en el oportunismo o populismo (conseguir votos al precio que sea) y comience a ignorar el objetivo que supuestamente debería defender: el VBC y, con ello, la democracia.
Esto es, un partido “instrumental” cuya misión única y fundamental, es la de posibilitar la presencia de la ciudadanía en los procesos electorales, representada por los escaños vacíos, no por el partido, que no debe jamás arrogarse la representación de los descontentos: lo único que nos PUEDE REPRESENTAR a quienes votemos en VBC, son los propios ESCAÑOS VACÍOS.
Y de esta manera, además, se podría decir verazmente que el partido es lo más parecido a un VBC que se puede conseguir. Es decir, es un partido lo menos partido posible, que además sirve para vaciar escaños.
Esto es, un “no-partido”.
¿Se puede cambiar algo desde un escaño vacío?
En principio y a corto plazo, con no muchos escaños vacíos se comenzaría a dejar patente en las instituciones el descontento de la ciudadanía con la actual situación política, y ello sería un primer paso para poder transformar el déficit democrático en el que nos encontramos, ya que, cuando la democracia no existe o es insuficiente,ese es el gran problema al que hay que encontrar solución.
Para ello no podemos insistir en los mismo mecanismos que nos han llevado precisamente a esta situación; ya lo dijo Einstein: Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo.
Una vez esa disconformidad de los ciudadanos quede patente, corresponderá a los propios ciudadanos hacer posible esa transformación, utilizando,dentro del respeto a la democracia y a la no-violencia, todos los mecanismos que tengan a su alcance para defender sus derechos y libertades políticas.
Uno de nuestros artículos sobre el tema