El consenso

LA DEMOCRACIA ¿UNA UTOPÍA?
Capítulo 2.2 Características de la democracia ideal

3. El consenso.

Si en nuestra democracia ideal los chicos celebran fiestas o ponen siempre el fútbol en la tele sin el consentimiento de Marta, rompen el consenso. Marta deja de contar, deja de gobernar, deja de decidir: queda excluida de la democracia.

En la democracia ideal, por tanto, siempre hay consenso. En el momento en que uno de sus miembros quede excluido del consenso, ya no le alcanza la democracia.

Pero cuidado, consenso no significa que todos quieran lo mismo, porque eso es imposible que suceda siempre. El consenso se puede alcanzar también aceptando y respetando las decisiones de los demás, aunque no se compartan, para lo cual los que ceden deben ser equilibradamente compensados: Marta puede aceptar no ver películas durante dos semanas (en las que Luís y Juan tendrán “el poder”), siempre y cuando la tercera semana sea Marta la que tenga ese “poder” para ver películas todos los días. Un poder que le permitiría a Marta negociar, intercambiando películas por partidos, de forma que es posible que tanto Marta como Luís y Juan queden razonablemente satisfechos todas las semanas.
El consenso es, en el fondo, un “quid pro quo” en el que TODOS ceden un poco por el bien común.

En cambio, un sistema de votación por mayorías dejaría a Marta a merced de los chicos, al privarle de su única protección contra la tiranía de la mayoría: esa cuota periódica de poder (con la que negociar).

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