- Voto en blanco computable = Vaciar escaños -
La igualdad: reparto igualitario de poder, derechos y obligaciones
LA DEMOCRACIA ¿UNA UTOPÍA?
Capítulo 2.2 Características de la democracia ideal
2. La igualdad: reparto igualitario de poder, derechos y obligaciones.
Democracia es gobierno de pueblo: en nuestra democracia ideal, el pueblo, es decir, Marta, Luís y Juan, deben gobernar. Cuando están todos de acuerdo en algo no hay problema, pero cuando no lo están, ¿qué hacer?
La clave de la democracia ideal es que todos ellos, los tres, deben ejercer su poder en igual medida. Si los chicos, recurriendo a la votación por mayoría, hubieran impuesto siempre su voluntad a Marta, ellos dos gobernarían al 50%, mientras que Marta no gobernaría nada: ya no sería gobierno del pueblo, sólo de una parte del pueblo, los chicos.
Así que recurren a dos estrategias, el consenso forzado y el reparto igualitario del poder.
- El consenso forzado o derecho a veto:
Marta, Luís y Juan pueden vetar, individualmente, la celebración de una fiesta en el piso. O el beneficio de celebrar esa fiesta es para todos, o para nadie.
Esta estrategia será válida cuando las posibilidades de acuerdo mutuo sean suficientes para mantener una dinámica de buena convivencia, es decir, que deben existir días suficientes en los que los tres estén de acuerdo en celebrar sus fiestas.
Cuando las posibilidades de acuerdo mutuo no son suficientes, como pasa con la televisión, hay que recurrir a otra solución: repartir el poder individualmente.
- El reparto igualitario de poder o rotación de mandatos:
El poder se ejerce individualmente, cada uno durante una parte proporcional del tiempo. En este caso al ser tres personas, cada uno gobierna la televisión la tercera parte del tiempo.
De esta manera, repartiendo igualitariamente el poder, los derechos y las obligaciones, se consigue que ninguna persona sea ni más ni menos que las demás: todos iguales, todos mandan lo mismo, todos reciben lo mismo, todos aportan lo mismo a la comunidad.