20N: Eliminar el Senado en España

Corren tiempos de cambios, de indignación y movilización, incluyendo pequeñas revueltas, pero en ocasiones nos cuesta conseguir tener objetivos comunes donde agarrarnos y donde todo el mundo se sienta cómodo bajo el mismo grito de “guerra”. Pero existe una cuestión compartida cada día por más y más personas: el aburrimiento por los políticos en general y una clara sensación de que piensan más en sus intereses y privilegios que en nuestros derechos.

Y uno de estos privilegios que acumulan es la existencia del Senado, una Cámara que a medida que han pasado los años se demuestra su inutilidad y que no tiene otra función que alojar a una serie de privilegiados que no ponen ningún control sobre los desmanes del Congreso o los excesos de las autonomías. Si desde el senado no se pueden corregir los errores del Congreso ni ejercer de Cámara territorial por el enorme poder legislativo autonómico, se presenta necesario vaciar de senadores un Senado ya vacío de contenido.

¿Hechos?

Los presupuestos generales del Estado (PGE) de los últimos cuatro años fueron rechazados por el senado, pero a pesar de ello siguieron adelante. El último veto efectivo del Senado a una Ley del Congreso  se remonta a 1.993. La Cámara alta representa un gasto anual de 60 millones de euros iniciales, a los que hay que sumar pensiones, subvenciones y retribuciones a los partidos políticos y otras partidas presupuestarias compartidas con el Congreso que son más difíciles de cuantificar. La última vez que el Senado salió en los medios de comunicación fue por la instalación de la traducción simultánea a sus señorías, haciendo de la institución una Torre de babel en el centro de Madrid. Y  lo que ocurre es que mantener o suprimir estos inútiles privilegios está en nuestras manos.

Aunque ya hay llamamientos a votar en blanco para el Senado en estas próximas elecciones, este voto solo sería efectivo si pudiera llegarse a un índice del 90 ó 95 % de voto en blanco. Seamos realistas y dirijamos correctamente nuestros esfuerzos. Existe la posibilidad de vaciar el Senado para decirles a nuestros Gobernantes que estamos hartos: votando masivamente a Escaños en Blanco. Escaños en Blanco es un partido político atípico que se presenta a las Elecciones con el único compromiso de dejar vacíos los escaños que pueda obtener por los votos. No coge el cargo, ni cobra sueldo, ni el partido recibe ninguna subvención. Votar a Escaños en Blanco es enviar a políticos directamente a otras listas, las del paro y no permitir que los grandes partidos se repartan las jugosas subvenciones que reciben por tu voto.

Así, hemos calculado que con un 20% de votos a Escaños en Blanco al Senado es posible obtener un número impresionante de escaños vacíos en el mismo, complicando o imposibilitando su formación. De hecho, se puede continuar votando al Congreso por el partido que más agrade. Total, lo que pase en el Senado no afecta al Congreso y por tanto podemos hacer, desde el gran colectivo de enfadados, frustrados, indignados y abstencionistas una gran demostración de de fuerza que haría tambalear el sistema que “ellos” creen tan seguro y blindado. No sería “la gran solución”, pero sí una prueba palpable de que las reglas del juego se pueden cambiar, dando un mensaje de esperanza a tantas personas hastiadas de tener que elegir siempre entre lo malo y lo peor.

Propuesta

Esta propuesta la queremos poner en manos de todas aquellas personas que quieran colaborar a través de la web  http://eliminarelsenado.com , sin que esto implique hacer campaña directamente  a Escaños en Blanco, sino para tomarse esta propuesta como una herramienta que está al alcance de todos. Desde Escaños en Blanco no se tiene ninguna intención de liderar esta iniciativa, ni de obtener un rendimiento electoral … se trata más bien de hacer llegar a la gente la existencia de esta posibilidad, y que se puede confiar en nosotros para dejar los Escaños vacíos.

También nos ponemos a disposición de cualquier grupo local, asociación o movimiento que quieran adherirse a este proyecto para asesorarlos en materia electoral y legal. Asimismo, siempre estamos dispuestos a aceptar en nuestras listas a personas que, procedentes de otras formaciones, se comprometan en el objetivo final de nuestra propuesta. Nosotros pensamos en grupos y organizaciones que deseen echar para adelante esta idea y que todo fuese surgiendo desde la naturalidad sin una estructura centralizada, tal como deben ser los movimientos ciudadanos. Queremos que el funcionamiento sea totalmente autogestionado y autofinanciado (no queremos gastar un dinero que no pensamos cobrar).

De hecho, en las comunidades autónomas donde no tenemos responsables trabajando, deseamos que sean las asambleas locales las que seleccionen las personas que irán en las listas, siempre que los candidatos sean elegidos por asamblea popular, que se comprometan a no tomar posesión del cargo, y  pase lo que pase a no cobrar ni un euro por sueldo ni subvención. Para ampliación de información, duda o consulta os podéis dirigir a:   Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

¡Salud y  libertad!